La Alquimia Bioespiritual de la Confianza
Taller Práctico Vivencial
con Rosemary Atri
Taller Práctico Vivencial
Algunos de esos aprendizajes nos vienen de nuestros propios linajes, pero también somos parte de la humanidad que se encuentra en en su proceso evolutivo de gran magnitud, en un salto cuántico del que somos parte.
Nuestra esencia si reconoce su pertenencia a la vida y sabe que la existencia de cada uno de nosotros, no es una casualidad, es mas bien una oportunidad única de develar eso que tú, solo tu eres, tienes y sabes.
Manifestar nuestro potencial depende mas de un constante alinearnos con la vida, poder sentir desde el verdadero saber somático que reside en tí.
A lo largo de nuestra columna se despliegan siete centros de energía que representan el recorrido evolutivo que constantemente realizamos para integrar nuestras capacidades.
Durante este taller trabajaremos con el núcleo central o columna de luz, conocida también como Sushumna.
Los cinco dedos de cada mano, representan a los cinco elementos constitutivos, es decir tierra, agua, fuego, aire y éter.
A su vez, las manos se fueron transformando a lo largo del proceso evolutivo (de patas a garras y de ahí a manos capaces de crear utensilios y arte a la vez).
Despertaremos el potencial sanador que reside en nuestras manos ya que en ellas se encuentra una energía que expresa reverencia transformadora en cada movimiento.
Tanto en la naturaleza como en nosotros, los movimientos de la vida son afines a las espirales y a los círculos. La geometría sagrada es el lenguaje invisible sobre el que toda creación se encuentra sostenido.
Trabajaremos con nuestro campo energético o bioplasma el cual es un toroides que cuando somos capaces de armonizarlo nos establecemos entre un equilibrio entre dar y recibir.
La creación es conciencia y la conciencia es un campo de relación. Ese campo de relación se crea a partir de fuerzas que se atraen y se repelen, y eso sucede de forma ordenada o desordenada.
Cuando accedes a tu centro te empoderas a ti mismo, manejas tu energía, modificas tu frecuencia vibratoria y aparece la versión mas auténtica de ti mismo.
Aprendamos a usar el poder de la imaginación para gestar una versión ordenada de nosotros mismos.
La presencia es la capacidad para descansar en lo que esta aconteciendo en este instante, es el arte de dar espacio al aquí y al ahora.
Nuestro sistema nervioso puede desplegar sus capacidades a través de la desesperación o de la inspiración.
Aprendamos a usar el descanso y la respiración para darnos a nosotros mismos la oportunidad de que el futuro pueda emerger desde dicha inspiración.
Estas tres inteligencias nos recuerdan que somos la vida misma, que somos co-creadores.
Cuando permito la integración de estas tres inteligencias descubro que no necesito forzar nada, no necesito convertirme en nadie mas.
Entrar en sintonía con nosotros mismos, es lo que nos permite que se nos abran las puertas de la auténtica percepción.
es lo que nos permite que se nos abran las puertas de la auténtica percepción.
¿Qué es lo que te mueve en esta vida, la inspiración, o la desesperación?
¿Qué historias te cuentas a ti misma sobre tu vida y sobre tu pasado?
¿Qué pasaría si alineáramos a esas tres inteligencias, y dejáramos que se comunicaran entre sí?
Puedes reconocer que tu realidad no es lo que piensas, mas bien es el resultado de como responde tu sistema nervioso, que en base a como responde tu sistema nervioso, tu corazón se encuentra o no en coherencia y que tu cuerpo, a través de la inteligencia pulsante de la fascia responde contrayéndose o expandiéndose, armonizándose o retrayéndose de la vida.
Tu grandioso “observador” te ha dejado ver, cuando miras desde el lugar adecuado, que es mas común que te relaciones con los demás y con las circunstancias desde la reacción, desde la paralización, traicionándote a ti misma o ausentándote de muchos momentos que en realidad podrían ser gozosos.
Taller Práctico Vivencial
Lo que importa es que aprendamos a gestionar nuestra vida desde otro lugar, que conozcamos el lenguaje de nuestro sistema nervioso, que nos adentremos en el campo electromagnético de nuestro corazón y que escuchemos la inteligencia somática que se expresa creativamente a través del movimiento de nuestro cuerpo.